domingo, 26 de noviembre de 2017

Silencio. Dña. Consuelo Martín. OM.


SER


SANKARA

SER


https://www.youtube.com/watch?v=Tl9dCSbCYEE

https://www.youtube.com/watch?v=9Vm0OpERQZI

SER



-.Dña. Consuelo Martín.-



Doctora en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, en 1981 le otorgó el título de doctora cum laude en Filosofía por su tesis Conocimiento y Realidad.
Especialista en filosofía advaita (no-dual) de la India


Libros recomendados de la Doctora Consuelo Martín:




SANKARA
LA VISIÓN ADVAITA DE LA REALIDAD
Consuelo Martín
Editorial Dilema, 2005
www.editorialdilema.com
ISBN: 84-9827-007-5

SER

BHAGAVAD GITA
con los comentarios advaita de Sankara.
Edición de
Consuelo Martín
Editorial Trotta, S.A, 1997, 2002.
www.trotta.es
ISBN: 84-8164-545-1

SER


CONCIENCIA Y REALIDAD
Estudios sobre la metafísica advaita
con la Mandukya Upanisad, las Karika de Gaudapada y comentarios de Sankara. 
Consuelo Martín
Editorial Trotta, S.A, 1998.
www.trotta.es
ISBN: 84-8164-269-X

SER


UPANISAD
con los comentarios advaita de Sankara.
Edición de
Consuelo Martín
Editorial Trotta, S.A, 2001, 2009.
www.trotta.es
ISBN: 84-8164-545-1

SER

GRAN UPANISAD DEL BOSQUE
<<Upanisad Brihadaranyaka Bhasya>>
con los comentarios advaita de Sankara.
Consuelo Martín, 2002.
Editorial Trotta, S.A.
www.trotta.es
ISBN: 978-84-8164-548-4

SER

BRAHMA - SUTRAS
con los comentarios advaita de Sankara.
Edición de
Consuelo Martín
Editorial Trotta, S.A, 2000.
www.trotta.es
ISBN: 84-8164-385-8

SER

SÉ UNA LUZ
INVESTIGACIONES SOBRE EL SER Y EL CONOCER
Consuelo Martín
Editorial Dilema, 2008.
ISBN: 84-96079-05-8

SER

Contemplar LO ETERNO
Abriendo la Mente al Infinito
Consuelo Martín
Gaia Ediciones, 2012.
www.alfaomega.es
ISBN: 978-84-8445-448-9

SER


Meditar con el Astavakra Samhita
Consuelo Martín, 1996.
Mandala Ediciones
ISBN: 84-88769-42-3

SER

El Arte de la CONTEMPLACIÓN
La Aventura de Vivir con Lucidez
Consuelo Martín
Gaia Ediciones, 2007.
www.alfaomega.es
ISBN: 978-84-8445-195-2

SER

VIVIR EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
...la Verdad que ilumina nuestra vida
Consuelo Martín, 2017.
Editorial Obelisco
ISBN: 9788491112075

SER

JIVA, el ser humano a través de los 
cuatro estados de conciencia.
Editorial Cárcamo.

SER

La realización directa del SER.
Editorial Hastinamura.

SER



-.OM. Los conceptos extraídos de este libro apuntan hacia el interior del individuo. 
Los conceptos vengan de donde vengan ya sean de libros sagrados, santos, místicos, filósofos no son la Verdad pueden apuntar hacia la Verdad, pero nunca son la Verdad. Yo. OM.-

Extracto de:
EL SILENCIO CREADOR
Consuelo Martín, 2017.
Editorial Dilema, 2017.
Ibañez Martín, 11 - 
28019 MADRID (SPAIN)
www.editorialdilema.com
I.S.B.N: 978-84-9827-401-1.

SER

Con la palabra silencio evocamos una negación, un vacío, pero no nos referimos al obvio vacío de sonidos o al dejar de hablar sino al vacío del ruido de los pensamientos y los hábitos condicionados que impiden oír lo que está detrás.

Es silencio de lo mecánico y repetitivo, de la memoria del pasado y de todo aquello que sin cesar está tapando la sinfonía aún no escuchada de la Vida total.

Tener unos minutos de silencio es un privilegio, una gracia, que nos devuelve misteriosamente a nosotros mismos.
Y cuando somos tocados por esa mano providencial nos quedamos respetuosamente callados y amorosamente vigilantes para escuchar y sentir esa Presencia silenciosa en el interior de la Conciencia.

SER



SER

El silencio es sobre todo, silencio del pensamiento.
Cuando el pensamiento se ha silenciado, ya no se opone, no juzga, no calcula con astucia la acción, no es protagonista en suma, sino callado y sereno transmisor de lo que la Inteligencia dicta.
Lo real está fuera del pensamiento y del tiempo, por eso decimos que está en el silencio.

SER



SER

La comprensión más allá del pensamiento y la desidentificación del pensar que esta comprensión posibilita, es la raíz del silencio que despierta la Inteligencia creadora.

A su vez la contemplación de esta inteligencia que es pura lucidez, a través de una investigación sincera de la Verdad y una observación cuidadosa del proceso del pensar, produce la comprensión y crea en el silencio.

Saliendo del estrecho recinto de nuestro yo spsicológico, nos encontramos en el espacio abierto de la inteligencia.

La inteligencia incansablemente está creando lo manifestado, sin que se agote jamás la fuerza de su creatividad y sin que lo creado salga nunca de su unitotalidad.

En el silencio de la mente se libera esta fuerza potencial que puede crear lo nuevo en mi vida.

Es posible dejar en libertad la inteligencia creadora, para que nos ilumine y cree a través de nuestra mente.
El camino es el amor a la verdad.
Y la lucidez creciente que aparece en el silencio, es la guía.

La lucidez es la vivencia no-dual de la conciencia pura.

Cuando la mente racional calla, porque ha comprendido, aquello que es real, se vivencia directamente sin pasar por los moldes del pensamiento.
La división entre sujeto y objeto se acaba ahí.
Y la vida aparece como una creación constante que se expresa en todas direcciones.

SER



SER

Escuchando se descubre esta atención y desde ella se comprende y atiende a todo.
En el silencio del escuchar en contemplación amorosa, se deshacen los deseos y las ambiciones, los miedos y las inquietudes.

La mente silenciosa encuentra la armonía de todas las cosas.
Esa armonía siempre anhelada que se busca en vano en las imágenes sensoriales.

Es la belleza perfecta, la que nunca hemos visto pero adivinamos que existe a través de los signos, las formas y los movimientos de todas las cosas. 

Esa belleza está ahí y la encontramos por primera vez en el silencio.
El equilibrio que da sentido a todos los contrastes y las contradicciones, a todos los cambios, es el estado natural del silencio.
Como si el universo en infinitos trozos separado y esparcido en todas direcciones, se reencontrara en la belleza gozosa de la Unidad.

SER



SER

Puede parecer extraño hablar de realización mediante el silencio ya que SE TIENE LA IDEA DE QUE REALIZARNOS ES CONSEGUIR ALGO, tener experiencias, desarrollar cosas, adquirir conocimiento.
No parece por eso posible que acallándonos nos podamos realizar.

Vamos a mirar por qué el silencio nos realiza.
La realización humana es algo peculiar.
EL SER HUMANO SE REALIZA DESCUBRIÉNDOSE.

Porque realizarse es ser auténticamente, LLEGAR A SER LO QUE YA ES ES, serlo en autenticidad, tomar contacto con ello, darnos cuenta de ello.

Cuando me voy realizando lo que hago es poner al descubierto LO QUE SOY REALMENTE.

NO ESTOY AÑADIENDO ALGO QUE NO TENÍA y que se va obteniendo con esfuerzos, con conocimientos, técnicas o experiencias.

Lo que he de hacer para descubrir mi propio ser, es acallar aquello que se ha añadido a lo que soy.
Lo añadido hace un ruido en la superficie de nuestra conciencia al que ya estamos habituados.

Habría que ir acallando ese ruido.
El ruido está hecho de lo que nos parece ser, de lo que nos hemos acostumbrado a ser, de aquellos hábitos mecánicos que nos hemos ido creando.
Ese es el ruido y eso es lo que hay que aprender a silenciar.

Si estoy en la superficie de la conciencia, en el pensamiento, vivo atado al tiempo.
A lo que me ha sucedido en el pasado y a lo que me puede suceder en el futuro.
Pero se me escapa el presente, lo real.

SER



SER

El mecanismo repetitivo lo introduce en mi mente el error.
Cuando no hay error, todo es espontáneo.

La verdad es la cosa más sencilla, es algo transparente que deja que la realidad se manifieste.

Realizarme es permitir que la realidad se exprese a través de mí.
Cuando esto sucede yo no soy distinto de lo que se expresa.
Me doy cuenta de que la realidad y yo no somos cosas separadas.

La Vida es inteligencia pura, está en cada instante adecuándose.
Por eso no requiere cálculo, angustia, miedo, ni nada de lo que se vive habitualmente en el ámbito psicológico.

Solamente el vaciar nuestra conciencia: de los pensamientos, de emociones, de sensaciones, nos libra de esas programaciones equivocadas, de ese hipnotismo.
Sólo podremos deshipnotizarnos en el silencio.

SER



SER

El ser humano no puede estar seguro en lo limitado, en lo conocido, porque él es infinito.

SER



SER

Más importante aún es la confianza en la Inteligencia que somos y se expresa en nuestra vida.
Ella responderá a nuestras demandas, pondrá las situaciones adecuadas a nuestra necesidad de comprender.

Todo se mueve para abrir espacios a la verdad y a la belleza que soy en cada instante.

SER



SER

Tengo una idea, un esquema de mi cuerpo, con esa idea no puedo penetrar en el silencio.
Tendré que comenzar por deshacer ese esquema imaginario.

SER



SER

La atención, la lucidez va apareciendo sola, sin ningún esfuerzo mental.
Me doy cuenta de las sensaciones, sin pensar, sin imaginar, sin interpretar, sin representar, sin juzgar nada.
Sólo darme cuenta de lo que está ahí.

En este descubrimiento hay una gran paz.
Vivo la Vida directamente, en un instante sin tiempo.
Y soy esa Vida que fluye como un torrente libre.

El descubrimiento de la Vida en el silencio de este instante me abre a nuevas posibilidades.

SER



SER

Todo ser humano necesita equilibrio emocional para ser feliz, y es absolutamente imposible la felicidad con errores en la mente.

Ver primero en mi interior que el desorden emocional lo produce el error cometido por la mente al aceptar y vivir ideas falsas, es el camino.

Yo no me he dado cuenta de que la persona que tengo delante no está separada de mí, que en lo profundo somos uno, que todos los seres humanos somos una sola conciencia.
No me he dado cuenta de esta verdad.
Y el no verla me ha llevado a fijarme solamente en la superficie y a considerar que estoy separado de los otros, a juzgar a los demás, a elegir entre el que me gusta y no me gusta, según satisfaga o no mis exigencias.

SER



SER

Es necesario ir aclarando nuestra mente, abrirla hacia la luz, ampliar nuestra inteligencia, permitiendo el aprender sin condicionarnos a ideas falsas.

Cualquier ser humano que se abra a la Inteligencia, queda iluminado.

SER



SER

Todos queremos vivenciar nuestra verdadera realidad, pero nos entretenemos tanto en fantasías de cómo será, que se nos escapa el momento verdadero del presente que es en verdad lo real.

Será necesario aprender que el momento presente, ese insignificante instante que despreciamos porque nos parece no valer nada, es maravilloso.

El futuro es solamente la fantasía que nos impide vivir el aquí y ahora, en el que podría deshacer todo lo falso.

Mantengámonos a la expectativa, vigilantes, tranquilos pero muy alertas a ese instante, porque es ahí donde aparece la realidad del Amor.

SER



SER

Normalmente vivimos el conflicto entre un yo imaginado que proyecta fantasías para el futuro o vive de experiencias del pasado, un yo que teme, que busca.

El yo que tiraniza pretendiendo poner dentro de unos moldes los hechos de la experiencia.

La transformación es posible, pero no desde el pensamiento consciente, desde ahí hay división entre lo que es y lo que yo quiero que sea.

Como llegaremos a ser lo que somos originariamente, expresión única de la Vida  total.
La intuición de la verdad actúa en este sentido, mucho más de lo que creemos.
El darme cuenta de que no soy las cualidades o defectos de ese yo limitado, sólo el darme cuenta, es transformador.

Si nos abrimos al silencio, a la conciencia de totalidad, ese silencio, esa plenitud revelará la verdad.
Ese es el camino más directo.
Esa verdad puede ser comunicada al inconsciente y deshacer las falsas creencias que estaban allí.

SER



SER

Todo ser humano puede colocar su mente en contemplación, mirando la verdad que es, más allá de las situaciones limitadas.
A partir del silencio es posible descubrir e ir realizando esa verdad.
Las situaciones se afrontarán de otra manera.
No porque me haya hecho una persona fuerte ante esa situación concreta, sino porque soy la fuerza.

Teniendo fe en la realidad que somos, porque la hemos descubierto en el silencio, no necesitamos hacer nada con el subconsciente.
Se integrará sólo.
Podemos confiar en que lo positivo que somos borrará las sombras que se han ido creando en nuestra vida.
Al vivir desde lo que realmente somos no necesitamos terapias para parodiar la vida.
Ella misma hará lo más inteligente porque es inteligencia en acción.

SER



SER

Cuando me doy cuenta de que esta dimensión total es la única Realidad, entonces puedo abrirme directa y espontáneamente a ella.
Descubro el silencio sagrado de la Vida total, y aquello desciende sobre mí con una fuerza renovadora que unifica todo en un instante.
La apertura a lo trascendente tiene la potencia realizadora más simple y directa, aunque esa apertura requiere un trabajo de conocimiento propio anterior.
Es necesario hacerlo sin el <<yo>> que busca algo, que quiere algo.
Un desengaño del yo psicológico que como entidad provisional venía manteniendo, es imprescindible.
He de vivenciar la nada psicológica que permite transparentar el todo real.

SER



SER

Lo trascendente, lo sagrado es mi naturaleza real profunda.
Pero no estoy habitualmente preparado para descubrirla, aceptarla y vivirla.
Y cualquier actividad que hago en esta dirección, estando todavía egocentrado, está condenada al fracaso.
El llamado camino espiritual resulta muchas veces frustrante, porque se hace centrado en el yo.

Estoy actuando para beneficio propio y no es posible que la totalidad esté al servicio de un <<yo>>.
Para que mi actitud sea correcta y sus efectos reales, tengo que haber comprendido que el yo tiene que disolverse en la conciencia total.
Lo que creo ser, no es lo real, es sólo una creencia, algo provisional.
Y esto es difícil de ver.

No soy una realidad separada.
Por eso no soy nada de lo limitado, soy todo lo infinito.
No me empequeñezco, me integro en la unidad y su presencia silenciosa va armonizando mi vida.

Hacer esta unidad que se fragua en el silencio no es privilegio de elegidos.
Donde me encuentre en este trabajo global, depende de la fe y confianza que tenga en ese momento.

SER



SER

El silencio de la mente, es el verdadero silencio.
No es posible profundizar en ningún nivel sin un cierto silencio en las zonas del pensamiento.

No es posible desde el pensamiento condicionado encontrar un sistema que nos libre de nuestras inquietudes diarias.

El pensamiento no podrá nunca ser liberador por muy astuto y sofisticado que sea.

Solo la creación espontánea de la Vida inteligente libera.

En el pensamiento no hay salida, está cerrado a la vida creativa, es mecánico repetitivo de lo viejo.
Pero está abierto para el ser humano un camino infinito, sin las limitaciones del pensamiento.

Veamos lo que crea la Inteligencia, y distingámoslo de las creaciones deformadas del pensamiento dormido.

SER



SER

La sabiduría es una visión verdadera.
No escoger entre lo bueno y lo malo.
La sabiduría es algo mucho más sencilla que unas normas para renunciar al mundo.
Es el camino del <<darse cuenta>> que se va iluminando con la comprensión de instante en instante.
Ningún sacrificio es necesario porque el darnos cuenta produce inmediatamente orden en nuestras mentes.

SER



SER

La creatividad surge ahí, cuando la mente es instrumento por el que se filtra la luz.

En el <<aquí y ahora>> puedo ser creativo si por mi sencilla atención soy transparente a la Inteligencia.

Somos expresión de esa Inteligencia que crea incesantemente.
Y está siempre ahí, esperando el silencio del pensamiento para irrumpir en nuestra vida.

SER



SER

La única verdad es la realidad que descubrimos en el silencio del pensamiento.

Es un instante nuevo, cuando el silencio permite profundizar en la conciencia.

Si me distraigo caeré una y otra vez en las cintas grabadas del pensamiento, pero si permanezco atento cada momento en mi vida será nuevo, diferente, único.

Oímos de los sabios, que no tienen deseos ni preocupación por el futuro, que están en paz y sienten amor por todos y por todo.
Esa vivencia fluye espontánea en ese instante silencioso, libre del pensamiento.
Y es algo que nadie puede conseguir porque no es propiedad de la persona que lo vive.

La persona es un conjunto de cambiantes situaciones psíquicas, sólo al hacerse transparente, permite que Aquello se exprese en libertad.

Este es el misterio de la realización humana, y también es un secreto porque por mucho que se explique, nadie puede comunicarlo a quien no lo ha vivido.

SER



SER

Vivir es crear.
Todo está tocado por la mano de Dios, todo es bello en su perfecta inteligencia.
Al sentir la Vida creando a través de mis instrumentos, noto que no puede ser de otra manera.
No es necesario creer nada, ni calcular algo basado en la experiencia anterior.
El aspecto técnico de la mente actúa dentro de sus límites en el ámbito técnico.
Pero lo humano es libre e imprevisible porque es creativo.

SER



SER

Aunque me distraiga mil veces, aquella verdad estará ahí.

Ocasionarán problemas las distracciones.

Sin embrago al quedarse la mente de nuevo en silencio, volverá a aparecer la luz.

Los errores se disuelven dándome cuenta de ellos.

La luz de la verdad lo borra todo instantáneamente.

SER



SER

En el silencio de la mente desaparecen las ideas, las creencias, esa memoria de experiencias petrificadas del pasado.

Lo que no vi directamente con la Inteligencia, no fue comprendido y quedó como un residuo en el inconsciente que condiciona mi acción actual.
Si sigo acumulando experiencias sin comprender, no sabré lo que es vivir espontáneamente, sin darme cuenta estaré ajustándome a creencias inventadas por mí o por otros.
Y las creencias son siempre falsas.
La verdadera fe, la evidencia total, surge cuando no hay ninguna creencia, sólo el ver, sólo el darse cuenta.

Inmóvil y callado contemplo la presencia de lo real, aquí en este momento.

Serena y silenciosamente abro mi mente y mi corazón a este instante sin tiempo.

Lo que intento retener, me impide vivir libremente la plenitud que soy en el silencio de mi conciencia.
Ahora puedo soltarlo todo y ser libre.
Puedo soltar lo que mantenía cogido y quedarme callado ante la verdad de este momento presente.
Mi mente se queda respetuosamente en silencio en contemplación.

SER



SER

Contemplar no es algo aparte de la existencia.
Es el ser mismo que otorga valor a mi existir.
El misterio que da sentido a la vida y que descubrimos en el silencio es precisamente éste.

Cuando contemplo no estoy haciendo algo aparte de lo cotidiano, estoy realizándome haga lo que haga externamente.
La contemplación es la realización de mí ser.
Al contemplar me voy separando del yo imaginario y sus ilusiones mientras me sitúo imperceptiblemente en la realidad que soy.

Se pueden contemplar las manifestaciones del Ser, la Belleza, el Amor, la Inteligencia, y se puede contemplar la nada absoluta, lo importante es descubrir el acto de contemplar.

SER



SER

Miro el acto mismo de mirar: la atención.

Descubro que puedo estar más atento, menos atento, más despierto, más dormido.

Si tengo menos atención, estoy dormido, soy menos real, mi vida tiene menos significado.
No vivo realmente.
Paso de unos estados emocionales a otros sin libertad para elegir.
Me mueve algo que no sé lo que es.

Doy un paso más en mi atención y observo lo que sucede cuando mi atención aumenta, cuando mi conciencia es más total, cuando se incrementa la intensidad en ella.
Es algo completamente distinto, independiente de los objetos, sean ideas, cosas o personas.

Al ver mi conciencia en relación con otros, con las cosas, el trabajo, el dinero, despierto.
Cuando constato ésto me doy cuenta de que realmente soy.
Al estar más despierto, con más intensidad de conciencia, puedo decir que vivo, puedo decir que soy más libre, porque no me mueven las situaciones, sino la luz que soy.
Mi inteligencia determina y se determina de una manera libre que desconocía hasta ese momento.

SER



SER

Y un día, de una manera espontánea e inocente, por aquello que se llamó <<la gracia<<, de repente me encuentro en un estado nuevo, inesperado.

He mirado de una manera directa.

Me he enamorado de lo real y he colocado mi conciencia en dirección a ello.
No es ni una persona, ni una entidad, ni una cosa, ni una idea, ni un concepto.
Me he enamorado de la verdad y me voy haciendo uno con lo que es.

Pudiera ser que algún día después de haber estudiado muchísimo, de haber analizado, buscado métodos, practicado técnicas, después de pasar por muchas ideologías, sectas y organizaciones políticas, filosofías, teorías científicas, pudiera ser que un día, nos sucediera aquello que decía Juan de la Cruz: 
<<Entreme donde no supe>> y <<quedeme no sabiendo, toda ciencia transcendiendo>>.
Todo conocimiento representativo, toda interpretación del conocer pensado perdió el valor que le había estado dando.
Ningún objeto tenía delante, ninguna entidad.
Y apareció aquello nuevo, aquello que es para ser vivido, no para ser descrito.

SER



SER

La existencia no es el conjunto de cosas limitadas que forman lo que llamamos la rutina de mi vida.
Intuimos que tiene un sentido más profundo.
El sentido que tiene el vivir, está justamente en aprender a contemplar para ser.
No contemplar algo concreto, sino contemplar algo que se diluya en la totalidad del ser, como cuando contemplo la Belleza, cuando contemplo el Amor, cuando contemplo la verdad, no contemplo nada en particular.
Esa contemplación conduce al Ser.

Una vez que se descubre esto, ya no hay deseo de detenerse en el análisis de cómo hacer esto o lo otro.
Lo natural entonces es mantenerse en un estado vigilante, en un estado de contemplación.

En cualquier lugar en que me encuentre puedo interrumpir el movimiento mecánico y empezar el camino opuesto hacia el origen, hacia la luz.

SER



SER

Hemos visto ya que TODO ES CONCIENCIA, que todas las realidades que se van creando son aspectos diversos de una realidad única.
Es la conciencia la que crea, desarrolla y expresa todo constantemente.

El hombre busca, fuera aquello que tanto anhela y lo que encuentra es la proyección de su desordenado psiquismo.
El camino sería justamente el contrario.
Si lo que llevamos dentro se expresa en la vida, miremos en nuestro interior cual es nuestra verdadera naturaleza.

Se trata de un trabajo personal, pero cuando fluye se comunica a los demás.
El camino del silencio que hemos llamado realizador, lo es precisamente por eso, porque es creador de una nueva vida.
En el silencio se va descubriendo lo que es la conciencia que es igual que descubrir lo que la realidad es.

SER



SER

Al principio parece que el silencio es un vacío, donde no hay nada pero si persistimos, poco a poco ese silencio lo percibimos como pleno, lleno precisamente de esos valores que tanto anhelamos y necesitamos en nuestra vida.
Son la expresión espontánea de nuestra verdadera naturaleza.

Cuando entramos en el silencio, sentimos esa paz que tan inútilmente hemos buscado fuera, ese amor, belleza, armonía, justicia, cuya búsqueda exterior tanto dolor y frustración ha ocasionado.

Entremos en el silencio de nuestra conciencia y descubramos allí la potencia, la fuerza, la capacidad creadora del ser.

El silencio es creador porque allí es donde encontramos la fuerza del Creador, de lo que es, la potencia de ser.
Cuando lo vivimos así, todas las inseguridades, los miedos, las debilidades desaparecen ante nuestra verdadera seguridad interna, ante nuestra potencia de lo que somos.

Si somos capaces de centrar nuestra mente, de no dispersarnos en las formas y en los sentimientos externos y adentrarnos en lo profundo de nosotros, quedándonos allí tranquilamente, encontramos que SOMOS por encima de todo.
NO ES QUE SEAMOS ESTO O AQUELLO QUE NOS FALTA, SINO QUE SENCILLAMENTE SOMOS.
A pesar de estar enfermo, SOY.
A pesar de que me han insultado, SOY.
A pesar de todas mis carencias externas, SOY.

SER



SER

No se puede evitar querer ser felices porque somos felicidad.
Y cuando descubro que soy esa felicidad, dejo de depender de las circunstancias y empiezo a vivir la alegría de saberme felicidad suceda lo que suceda externamente.
Y el camino para llegar a ello es sencillo consiste en soltar las representaciones mentales, las ambiciones, las angustias, los miedos, los deseos, la avidez de los sentidos, y dejarse caer en ese silencio profundo de la conciencia para constatar que lo que en principio parecía un vacío se va llenando de lo real, pleno de felicidad y de amor.

SER



SER

La verdad es un estado de ser, no es un concepto ni una idea, y si se vive, todo lo que toca se transforma personas y situaciones.
Y será la Inteligencia de la vida la que se encargue del modo de expresión de esa felicidad interior transformarte, quizá con una mirada comprensiva.
No importa cómo.

SER



SER

Si profundizo en el silencio, veo que en ese silencio hay una gran claridad.
Vivir es ser iluminado e iluminar.
La realidad está hecha de esa luz.
Al dejar los símbolos, las representaciones, los conceptos en lo que he ido encerrando esa luz que soy, si puedo mantenerme allí sin hacer nada, como cuando se toma el sol, quedaré inundado de luz, de inteligencia, de sabiduría.

El vivir es algo espontáneo, no requiere esfuerzo, sólo dejar que la vida sea.

SER



SER

Queríamos tener una vida maravillosa y no nos damos cuenta de que lo que anhelamos está ya en nuestro interior.
Queríamos cambiar la vida por fuera sin darnos cuenta de que eso no es posible.
Este error lo cometemos una y otra vez.
Y es que tenemos que cambiar la proyección, porque mientras nuestra mente no cambie, mientras no haya una revolución en nuestro interior, estaremos proyectando siempre la misma película.
Para ello tenemos que saber de qué está hecha la proyección, y la proyección está hecha sólo de luz, de la luz que es nuestra verdadera naturaleza.

SER



SER

La vida está creándose en cada instante, y si no nos entretenemos con los argumentos imaginarios de nuestro pensamiento ego-centrado, descubriremos esa vida creadora.

Darnos cuenta de esto es extraordinariamente transformador.

Observando en esta dirección empezamos a ver todas las cosas a través de esa verdad, y ella nos va haciendo desde dentro, nos va creando de nuevo.
Es como volver a nacer.
Por eso la "filosofía perenne" ha llamado a esta transformación un nuevo nacimiento.

Vivir la vida de acuerdo a las normas de una sociedad, a una tradición religiosa, a una filosofía, ¿qué sentido tiene?
Si todos los cambios que han ocurrido en mi mente tenían este origen condicionado, si eran para amoldarme a unas experiencias de la época, a un estilo de persona, a un ideal religioso o social ¿he vivido mi propia vida?

Para encontrarme con mi propia vida, con algo auténtico, de primera mano, tengo que vaciarme de todas estas ambiciones o deseos.
Hasta que desaparezca el bullicio de tantas ideas adquiridas y pueda percibirse el silencio que abre las puertas a mi auténtica vida.

SER



SER

Cuando empiezo a escuchar serena y cuidadosamente el silencio que está detrás de todas las voces conocidas, dejo de entretenerme en cambiar las situaciones de mi vida y las de los demás.
Descubro el valor, hasta entonces desconocido para mí, de la observación silenciosa.
Compruebo así lo sencillo que es vivir en un estado de meditación, porque la mente meditativa es el estado natural de la mente creativa.

Meditar es ser consciente, vivir vigilante, mirar de una manera nueva.
Mientras sólo veo a través de apariencias, sean ideas, estados de ánimo o hábitos psico-físicos, todo se mueve por el mismo carril acostumbrado, todo es mecánico y aburrido.

En el espacio ilimitado de nuestra mente, escuchando el silencio interior, surge la meditación, la contemplación gozosa de <<lo que es>> de instante en instante.
El vaciar la mente de actitudes fijas, de recuerdos, de creencias, la deja en un estado inocente en el que el silencio aparece y comienza su actitud creativa.
En cada situación, en cada momento de la existencia en el que irrumpe el silencio en mi mente, allí distingo lo real de lo irreal, allí me siento libre y en comunión con todo.

SER



SER

Al vaciarme de mis intenciones egocentradas, al vaciar mi mirada de creaciones imaginarias, queda transparente a la luz creadora de la Vida Una.

Es que somos eso, lo divino, <<lo que es>> y fuera de <<lo que es>> nada puede ser.
Realmente lo que está fuera sólo imagina que lo está.
Cuando la vida única crea a través de mí soy ese ser creativo y esa creación.

Quien deja que la vida creativa se exprese, permanece en silencio como un observador maravillado, de la belleza y la inteligencia de todas las cosas.
Y está disponible siempre para la creación inmediata que está surgiendo en el presente único.

SER



SER

Puedo decir que sólo existe un presente eterno.
Cuando compruebo que no hay tiempo, dejo de preparar el futuro porque estoy completamente ocupado en crear el presente.
Ello me libera de una gran cantidad de angustias.

Nosotros que creemos que somos esto que aparece, con nombre y dirección, estatura y carácter, esto que está cambiando constantemente de estado de ánimo y hasta de células físicas, realmente somos Aquello, lo eterno.

Es un extraño misterio.
Hay que expresarlo, sin embargo porque así es como se ve y se vive.
Somos lo eterno pero nuestra comprensión de ello, aparece en el tiempo.
Incluso nos parece que nuestra comprensión va demasiado lenta para nuestra necesidades.
Y sin embargo somos la inteligencia total que posibilita ese comprender.
¿Quién puede entender esto?
Ningún intelecto puede asimilarlo.
Aún así, podemos ponerlo de manifiesto porque es verdad.
Vivir dándome cuenta de esta verdad, es aprender directamente de la creación de la vida.

SER



SER

Investigar qué es lo que hacemos con la realidad: estamos dando realidad a aquello en lo que ponemos o concentramos nuestra atención.

Seamos, pues, inteligentes y no demos realidad absoluta a ninguna cosa, ya que todas son relativas y cambiantes.

Demos sólo realidad a esa atención que viene del fondo, a esa Presencia interna y dejemos que en esa atención, en esa conciencia, se vayan manifestando y expresando todas las cosas.

Todo lo que sucede nunca es casual.
Absolutamente todos los acontecimientos son expresión de la Inteligencia, todos son expresión de ese movimiento, los más desagradables, los que creemos que no nos corresponden, todos.

SER



SER

Cada vez que en nuestras vidas aparezca el desorden, podremos saber que estamos actuando sin conciencia de la totalidad.
Pero mágicamente, en el momento en que se vuelve a tener esa conciencia, todo se coloca en su sitio y todo tiene sentido.

Hasta lo desarmónico tiene un sentido para el que lo vive desde la unidad pues es el aprendizaje que la vida está proponiendo en ese momento.

Proyectamos con el pensamiento, una fantasía, como si fuera real.
Cuando nos percatamos de que es así, dejamos de dar importancia a las creaciones de nuestros pensamientos y aceptamos las circunstancias que la vida presenta continuamente con el único objeto de ampliar nuestra conciencia.

SER



SER

Perdidos en la multiplicidad que el pensamiento ha creado, vivimos entre los opuestos: lo bueno y lo malo, lo que sucede y lo que debería suceder, lo que quiero y lo que no quiero, los amigos y los enemigos.
Desde ahí nos hemos acostumbrado a vivir en conflictos, entre dudas y angustia, y muchas veces no sabemos salir del aislamiento psicológico que todo esto produce.

La verdad es no-dual.
No consiste en elegir uno de los contrarios.
Si lo hago, sólo encontraré frustración y lucha, tanto si escojo lo malo, mientras valoro lo bueno, como si es lo bueno lo que elijo reprimiendo lo malo.
Y así con todo los opuestos.

Al dividir lo real nos separamos cada vez más de nuestra situación verdadera original.
Y la vuelta, el retorno a la unidad está acompañada de plenitud y serena alegría.
Es la música callada, pero no muda del silencio.

En el silencio, no en el ruido del pensar surge la verdadera Inteligencia creativa.

SER



SER

La contemplación en el silencio no es una evasión de la realidad como muchas veces se cree, ya que desaparece la oposición entre la realidad contemplada y la conciencia que contempla.

El silencio incluye todo, el sujeto creador y todo lo creado, la inteligencia infinita y todas sus finitas creaciones.

SER



SER

El ser humano busca la felicidad que es su naturaleza.

Quiere llegar a ser aquello que ya es sin darse cuenta.

Y en su carrera tras de lo imposible satisface muchos deseos que le quitan la sed de felicidad momentáneamente.
Al realizar un deseo a un cierto nivel, nos sentimos bien porque dejamos de sentir la inquietud, la sed de ese deseo.
Pero eso afecta a una parte limitada de nosotros.
En el fondo persiste un deseo indefinido global, un vacío por llenar; nos acompaña siempre un anhelo de plenitud.
Este anhelo nos mueve en muchas direcciones buscamos la felicidad en muchas cosas diferentes.
Y el movimiento de querer conseguir algo produce cierta excitación pero nos quita precisamente la felicidad serena y profunda que anhelamos.

Al llenarnos de experiencias de cosas, de satisfacciones, nos estamos vaciando de plenitud.
Este vacío interior no se llena acumulando cosas ni dinero, ni los conocimientos, ni el poder, lo colman, porque lo que tenemos a un nivel nos hace notar más lo que nos falta.

La plenitud no aparece por la cantidad de satisfacciones sino por la ausencia de deseos que produce el descubrimiento de nuestra verdadera naturaleza en el  silencio de la conciencia.
No somos felices al coleccionar más y más experiencias, sino al profundizar en la conciencia.
Desde cualquier experiencia, si comprendemos, podríamos desembocar en la no-experiencia.

Descubrir la no-experiencia es comprender que no hay realidades extrañas a la conciencia que las vive.
Lo real es mi conciencia, que puede presentarse como conciencia del otro, conciencia del mundo.

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Todas las realidades que se crean a través de las mentes son <<conciencia de algo>>, si investigo en esa conciencia, se produce un silencio de los ruidos del pensar, un vacío de las formas creadas por ese pensar.
Y entonces es posible vivir la realidad fundamento de todas las realidades proyectadas.
Este es el camino hacia sí mismo.
No es posible descubrirlo si no se va de la mano de la sabiduría.
Sólo la disolución de las ilusiones pone al descubierto ese nuevo ámbito transformador de nuestra existencia al que estamos llamando silencio.

Si a la felicidad llegara el ser humano por la acumulación de experiencias placenteras y de cosas que las producen, los sabios, los místicos de todos los tiempos y de todos los lugares, habrían sido unos locos, porque iban en la dirección contraria.
No buscaban la fama, el dinero, el éxito, las experiencias de placer.
Pero cuando escuchamos los sencillos relatos de sus vivencias, encontramos que son los únicos que vivían en plenitud, en paz, los únicos que sabían de la felicidad incondicionada.

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Hacer un silencio mental es vaciarse, no de realidades, sino de actitudes equivocadas.
Nos vaciaremos de las identificaciones que equivocadamente hemos estado haciendo con personas y cosas.
La primera en la que se apoyan todas las demás es la identificación con el yo.
El creer que somos un yo separado de los demás desde el que juzgamos, escogemos, separamos todas las cosas.
Deshacer esta creencia del <<yo>> significa deshacernos de todas las creencias.

Es necesario ver con claridad que la afirmación del <<yo>> es algo añadido a mi verdadera identidad.
Al encerrarme distraídamente en mi <<yo>>, he puesto límites, muros divisorios a mi identidad.
Si dejo de afirmarme como una entidad separada dejaré de vivir una identidad angustiada por los límites que ha creado mi pensamiento, y empezaré a sentirme en expansión, en libertad, sin límites.
Descubriré vivencialmente la plenitud de la vida.

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Toda idea a la que me aferro es un deseo que quiere realizarse.
Una parte grande o pequeña de mi identidad ha quedado retenida allí.
En toda identificación o apego, voy perdiendo algo de mí mismo.
Y eso que he perdido, que he puesto en las cosas, ese apego es la realidad que he dado.
La realidad está en mi identidad, sin darme cuenta me alieno poniéndola en ideas en situaciones, en personas.
Al hacer silencio deshago por comprensión esas identificaciones, suelto lo que había retenido y al soltar me libero a mí mismo, vivo mi verdadero ser sin límites.

Quien no ha conectado en su interior con esa plenitud, la busca todo el tiempo donde no está.
No puede dejar de buscarla.
Un ser humano, podríamos decir que es eso, un buscador de plenitud.

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Encontraremos la puerta de la plenitud de nuestra existencia en el silencio creador.
No hay otra clave.
Desde allí no romperemos nada, no huiremos de ninguna situación, lo viviremos todo.
Pero vivámoslo desde la plenitud que somos y no desde las limitaciones de nuestras ideas.

Y si nos distraemos y volvemos a vivir en aquellos lugares estrechos del pensamiento, no ha pasado nada.
Cuando nos demos cuenta volveremos a escuchar el silencio profundo y volveremos a encontrarnos con la serena felicidad que nos espera desde el fondo.
Una y otra vez me encuentro y me reencuentro con la verdad.
Y así se va haciendo un camino en el tiempo hacia lo eterno, un canal de expansión en lo manifestado de lo inmanifestado.

Aquello es innegable, no tiene causa ni dirección, no se puede buscar, pero la expresión de la paz, la claridad luminosa, el amor, la alegría sin motivo son la evidencia silenciosa de su realidad.
El silencio es creador y todos los sonidos, todas las formas, todos los movimientos en el espacio-tiempo, son bellos, inteligentes y armónicos, creaciones a partir de ese silencio original.

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Para dar paso al silencio tenemos que dejarlo todo.
Nos parece que nos quedamos en silencio y no encontramos ahí nada, porque estamos esperando encontrar sensaciones, emociones e ideas.
Soltando las sensaciones agradables y desagradables, las emociones positivas y negativas y toda clase de ideas o juicios, me abriré al silencio desconocido.
Dejaré de dar realidad a ese mundo hecho de ideas y descubriré la realidad que me realiza en el silencio creador.
Simplemente dejaré lo conocido para abrirme a lo desconocido.

No buscaré nada, porque todo lo que busque lo buscaré a través de ideas.
No me esforzaré en nada, porque todo esfuerzo supone la idea de un yo que quiere afirmarse.
Dejaré que las cosas sean lo que son, que las sensaciones aparezcan y desaparezcan en la superficie de mi conciencia, que los pensamientos atraviesen mi mente pensante.
Y me mantendré sin nada, a la expectativa de lo real desconocido, despierto, alerta a este instante de conciencia lúcida.
La plenitud está en lo real y lo real sólo aparece en este instante presente.

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Cuando intuimos que existe otra dimensión a partir de la cual es posible vivir con más autenticidad, intentamos cambiar.

Generalmente entendemos que tenemos que eliminar algunos defectos, fomentar cualidades o actuar según modelos de conducta.
Pero este camino es un callejón sin salida.

La Verdad es mucho más sencilla.
No hay que cambiar nada.
Lo real está siempre aquí.
En el momento presente, haga lo que haga.
Y atenta o distraídamente lo estoy viviendo.
No hay ninguna distancia entre la realidad y yo; por eso no hay camino que recorrer con esfuerzos.

¿Qué es lo que permanece cuando retiro de mi mente todo lo que creo ser?
Aquello que queda es la conciencia pura con la que puedo abrirme a la presencia del silencio.
Sólo con eso.
Porque todo lo demás, cualidades, habilidades, incluso extrasensoriales, eso forma parte del círculo cerrado del pensamiento, lo que es <<conciencia de algo>> es una representación, una película, una imagen rutinaria o rara, pero no es la realidad.
A la realidad sólo puedo abrirme con aquello que es real en mí.

Necesito observar en cada instante sin tiempo, necesito escuchar el silencio entre los pensamientos y entre las emociones.
Y cuando sienta qué es lo real en mí, caerá por sí mismo todo lo que es cambiante, lo convencional, lo que recibí de afuera, todo lo biológico y mental por ser temporal.
No quedará nada de mis ideas religiosas o políticas, ni de mi temperamento y mis juicios a los demás.
Eso es lo que no soy.

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¿Qué es lo que soy?
La respuesta no es conceptual, aparece tras una observación silenciosa, en la que no pongo la conciencia en nada.
<<Ni esto, ni esto>> dice la tradición vedanta no-dual de la India.
En efecto, si la conciencia se quedara pegada a algo, estaría atrapada en aquello y lo tomaría por lo real.
Ninguna sensación, ningún pensamiento, ninguna experiencia del pasado, ningún sentimiento me ata.

Tengo la intuición de que hay algo en mí que permanece, algo eterno.
Eso es lo que me permite la apertura a una dimensión nueva desconocida.
Que nunca me engañe tapando ese anhelo profundo de eternidad con cualquier cosa que me prometa la felicidad.
Porque ese anhelo surgirá una y otra vez, sin que pueda acallar su llamada.
Sólo podré llenar el vacío que produce ese anhelo con la vivencia de lo real.
A ella no tendré acceso por ningún truco de la mente.
No valen técnicas orientales ni penitencias, ni ceremonias, ni terapias psicológicas.
Los ejercicios psicológicos o religiosas están creados por la mente.

Descubrimos lo nuevo en el rincón secreto y silencioso de la conciencia, cuando estamos unidos a todo desde dentro.

En el lugar habitual donde el pensamiento se debate en razonamientos contradictorios, en medio de las emociones egocentradas que oscurecen la existencia, no vivimos realmente.

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En el silencio de la verdad encontraré el equilibrio en la acción.
El desequilibrio aparece con la contradicción interior entre lo que quiero y lo que debo, lo que se presenta y lo que imagino.
Tras la desaparición del conflicto por comprensión y aceptación de lo que es en cada instante, surge la unidad de conciencia.

Me identifico con lo múltiple y aparece el desorden.
Regreso a la unidad originaria y descubro un nuevo estado de armonía.
Este es el descubrimiento que lo transforma todo inteligentemente.
Las aguas serenas reflejan lo que no puede verse si están en movimiento.
La mente que se ha serenado por la comprensión es transparente a la realidad silenciosa que el pensamiento impide ver.

Si escucho sin pensamiento que interfiera, se hace pronto un silencio natural.
Es como si lo que acabo de ver se expandiera en el fondo inmenso de la lucidez que soy.
Es un estado de reconocimiento en el que todos los lugares de mi mente se silencian en un acto de respetuosa aceptación.

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Aun cuando cambien las metas, sigo queriendo conseguir algo para la persona que no es, que creo ser.

Alguien con sabiduría estará constantemente alerta, porque al menor descuido podría distraerse.

El pensamiento es muy hábil en esta dirección, lo hemos desarrollado mucho.
El pensamiento que en sí podría limitarse a su condición de instrumento existencial, se erige director de cada situación, porque cometemos el error de creer que somos el pensamiento, no lo decimos abiertamente, pero actuamos de esta manera: pasa un pensamiento por la mente, me creo que soy ese pensamiento, y actúo a partir de él.

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Al intentar dar los primeros pasos hacia un silencio lúcido, los pensamientos nos distraerán, pero, poco a poco, aprenderemos a mirarlos como algo extraño, algo que hemos ido acumulando desde fuera, nacido en la temporalidad.
Veremos cómo se han formado al no estar despiertos, lúcidos.

Con sincera dedicación descubriremos un estado de serenidad, que no es ni ambición ni miedo ni agresividad ni deseo o apego ni nada de lo conocido.
Dudo, me preocupo, me angustio, o por otro lado tengo agresividad, toda esa situación interna crea pensamientos que luego se expresan en una vida falsa.
Y esa vida falsa en relación con otra vida falsa que tiene ese mismo origen, crea una conducta humana lamentable donde falta armonía, paz, amor, donde falta, sobre todo, como origen de todas esas carencias el discernimiento de la verdad.

Tal vez pocos lo saben, incluso se niega que pueda existir la verdad, que cada persona tiene sus teorías según su educación y según a lo que está habituada.
Pero al vivenciarlo se descubre que la verdad es algo muy real y tiene unos efectos claros: paz interior, serenidad ante los acontecimientos de la vida, cualesquiera que sean, armonía, equilibrio, valentía para expresar lo auténtico y alegría interior.
Se percibe la aureola de vivir en la armonía y el amor, conscientes de la belleza de la interrelación entre todas las cosas atraídas siempre por la Unidad.
Todo eso requiere el equilibrio de la verdad, silenciosa y creativa.

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Olvidarnos de todo lo conocido.

Si nos olvidamos de lo conocido, de cualquier experiencia del pasado, de cualquier imagen que esté en la memoria, permitimos que pueda surgir en un momento dado lo nuevo.
Y lo nuevo es siempre lo desconocido.
Por eso aunque parece que para aprender tenemos que concentrarnos en algo conocido, adquirir un conocimiento; esto no sucede así cuando lo que queremos descubrir es justamente lo que está más allá de lo conocido, que es lo que está más allá del pensamiento.

En esta investigación en la que tratamos de descubrir la verdad como un estado de ser, la verdad vivencia no una verdad conceptual, tendremos que colocar nuestra mente en equilibrio.
Esto es colocarla mirando justamente a lo desconocido.

Si queremos descubrir una verdad vivencial y no la verdad como relación entre conceptos, tenemos que dejar que la mente se quede en equilibrio y permanezca abierta más allá del mecanismo del conocer.

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Hay una manera exacta de saber si estoy vivenciando la verdad.
Observaré el estado de plenitud que tengo internamente.
La verdad como vivencia está acompañada de alegría interior.
Podemos estar riendo o serios.
No hablamos de la alegría exterior.
La alegría interior surge de una libertad y produce un estado de equilibrio de serenidad.
Es serena, equilibrada y puede expresarse de muchas maneras.
Esa alegría interior surge de lo desconocido, no de lo conocido.
Es por lo tanto incondicionada.

Todo lo que viene de lo conocido depende de algo.
La alegría externa está sujeta a algo, a lo que me dicen, a lo que me sucede, a como me tratan.
Pero la alegría interior no tiene causa, surge precisamente de lo que es incausado y libre.

Si por dentro no hay libertad es porque interfiere alguna idea que me limita.
No puedo hacer esto o por el contrario tengo que hacerlo.
Cada vez que me ate a algo de lo conocido, bajo cualquier condición, siempre que tenga algún pacto con el pasado eso me impedirá acceder a ese estado de libertad que produce alegría interior.

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Desde la verdad cualquier cosa que se exprese produce armonía y belleza.
Se vive con lucidez, es lo adecuado, lo perfecto en este instante.
Viviendo en la verdad cada instante está iluminado.

Iluminarse es muy sencillo, es vivir el instante que nos corresponde, no el anterior ni el futuro.
Vivirlo desde un estado verdadero.
Con toda sencillez.
No hay nada más que hacer.

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Lo que nos pasa desapercibido por su sencillez es el origen, la entrada de todo lo que añoramos y proyectamos lejos, por ejemplo en Dios, en lo imaginario en un personaje fantástico, un maestro oriental.
De un personaje hacemos un héroe, un dios o cualquier fantasía, proyectando aquello que quisiéramos conseguir.
Mientras nosotros nos quedamos en la penuria, pensando que en nosotros no está esa plenitud porque somos seres humanos corrientes.

Esto no es algo especial a lo que pocos pueden aspirar.
Todos los seres humanos estamos constituidos por la misma sustancia y en todos está esa posibilidad en el instante presente.

La única diferencia entre un ser humano que está desesperado, amargado, aburrido, preocupado, y otro que se siente pleno, es que uno se ha dado cuenta de lo real y otro aún no se ha dado cuenta y sigue proyectando ideales con el pensamiento.
Sólo hay esta diferencia.

No importa las variantes biológicas o psicológicas para la plenitud del ser.
Muchas veces pensamos que no tenemos un carácter apropiado o cierta educación.
No importan las diferencias de aprendizaje biológicas o intelectuales.
No consiste en aprender hacia fuera.
Por el contrario se trata de una reinversión de la atención hacia el origen.

Dejar la conciencia en equilibrio, mirando hacia ningún sitio, hacia lo desconocido.
El camino es la misma atención.
Mirar a la atención misma y darse cuenta de ese instante de lucidez.

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Todo está hecho de lucidez.

El origen y la expresión son lo mismo.

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Pregunta.:

Estamos buscando aquello que somos ya.
En algún momento nos hacemos conscientes de ser aquello
¿Podemos llegar a darnos cuenta por qué otro te induzca a ello?
¿Siempre te haces consciente porque recibes de otra persona esa comprensión?

Consuelo.:

La comprensión no depende de otra persona.
La verdad está en el fondo de ti mismo.
No obstante como estamos dormidos, necesitamos a veces que nos despierte alguien que habla o escribe desde allí.
La comunicación con una persona que vive algo verdadero suele ser una manera directa de tomar conciencia, de lo que está en ti.

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Pregunta.:

Primero intuía algo, había leído algo que me hacía intuir un camino.
Pero sólo al experimentarlo he tenido la fuerza suficiente para vivirlo.
¿Cómo tengo que actuar para ir experimentando estados verdaderos?

Consuelo.:

Vive con atención.
La vida irá poniéndote en cada momento justo aquello que necesitas para ampliar tu conciencia.
No tienes que preocuparte por lo que vas a hacer después.
La inteligencia de la vida ya tiene preparado el paso inmediato.

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Cuando la mente no sabe nada, no se aferra a nada, no se afirma en lo conocido, deja que la verdad se exprese en libertad.

El despertar es espontáneo y no depende de nada.

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Desde el Silencio del Momento Presente:

OM SHANTI
OM PAZ

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