viernes, 28 de febrero de 2020

Aquello que nos complace, nos Retiene. Sri Nisargadatta Maharaj. OM

SER

-.desde el Silencio en Contemplación y en Verdad.-


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=.Sri Babulnath mandir. Mumbai. India.=


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-.¡me postro ante el Sí-Mismo Real de Todo que es Eterno!.-

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=.Sri Nisargadatta Maharaj.=
-.(Mumbai. India. 1897-1981).-

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=.YO SOY ESO.=
-.Sri Nisargadatta Maharaj.- 
-.Editorial Sirio,S.A.-
-.Málaga.-
-.(1988).-
-.ISBN: 84-86221-27-8.-

-.extracto del 31 de julio de 1971.-
=.Aquello que nos complace, nos Retiene.=

Maharaj.:

Han conocido a muchos anacoretas y ascetas, pero un hombre totalmente realizado consciente de su Divinidad (swarupa) es dificil de encontrar.
Los santos y los yogis, mediante esfuerzos y sacrificios inmensos, adquieren muchos poderes milagrosos y pueden hacer mucho bien ayudando a la gente e inspirando fe, pero a la vez, eso no les hace perfectos.
No es un camino a la realidad, sino un mero enriquecimiento de lo falso.
Todo esfuerzo lleva a más esfuerzo; cuanto fue construido debe ser mantenido, cuando fue adquirido debe ser protegido de la decadencia o la pérdida.
Cuanto puede ser perdido no es realmente de uno mismo; y lo que no es de uno mismo, ¿de qué le puede servir a usted?
En mi mundo nada es provocado, todo sucede por sí mismo.
Toda existencia está en el espacio y el tiempo, es limitada y temporal. 
Aquel que experimenta la existencia también es limitado y temporal.
Yo no estoy implicado ni con "lo que existe" ni con "quien existe".
Me sitúo más allá, donde soy ambos y ninguno de ellos.

Las personas que, tras muchos esfuerzos y penalidades, han colmado sus ambiciones y alcanzado altos niveles de experiencia y acción, generalmente son agudamente conscientes de su posición; gradúan a la gente en jerarquías que van desde el fracaso más bajo al más alto triunfador.
Para mí todos son iguales.
Las diferencias en apariencia y expresión existen, pero no importan.
Del mismo modo que la forma de la joya no afecta al oro, igualmente queda sin afectar la esencia del hombre.
Donde falta este sentido de ecuanimidad significa que la realidad no ha sido tocada. 

El mero conocimiento no basta; el conocedor debe ser conocido.
Los pandits y los yoguis puede que conozcan muchas cosas, ¿pero de qué sirve el mero conocimiento cuando no se conoce el ser?
Será mal empleado ciertamente.
Sin el conocimiento del conocedor no puede haber paz.

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Pregunta.:

¿Cómo llega uno a conocer al conocedor?

Maharaj.:

Sólo puedo decirle lo que sé por experiencia propia.
Cuando encontré a mi Gurú, me dijo: "No eres lo que crees ser. Averigüa lo que eres. 
Observa el sentido "yo soy", encuentra tu ser real".
Le obedecí porque confié en él.
Hice lo que me dijo.
Todo mi tiempo libre lo pasaba mirándome a mí mismo en silencio.
¡Y qué diferencia se produjo, y qué pronto!
Me llevó sólo tres años realizar mi verdadera naturaleza.
Mi Gurú murió poco después de haberle encontrado, pero no hubo diferencia.
Recordé lo que me dijo y perseveré.
El fruto de ello está aquí, conmigo.

Me conozco a mí mismo como soy en realidad.
No soy ni el cuerpo ni la mente ni las facultades mentales.
Estoy más allá de todo esto.

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Maharaj.:

Está usted acostumbrado a tratar con cosas, físicas y mentales.
Yo no soy una cosa, ni usted tampoco.
No somos ni materia ni energía, ni cuerpo ni mente.
Una vez que vislumbre su propio ser no encontrará difícil comprenderme.

Creemos en tantas cosas de oídas.
Creemos en tierras y gentes lejanas, en cielos e infiernos, en dioses y diosas, porque nos lo dijeron.
De modo similar, nos dijeron cosas sobre nosotros mismos, nuestros padres, el nombre, la posición, los deberes y demás.
Nunca nos preocupamos de verificarlo.
El camino a la verdad se abre a través de la destrucción de lo falso.
Para destruir lo falso, debe usted cuestionar sus creencias más arraigadas.
De todas ellas, la creencia de que usted es el cuerpo es la peor.
Con el cuerpo llega el mundo, con el mundo: Dios, quien se supone haber creado el mundo y así comienzan los temores, las religiones, las plegarias, los sacrificios, todo tipo de sistemas; todo para proteger y sostener al niño/hombre aterrorizado por monstruos de su propia creación.
Realice que usted es lo que no puede nacer ni morir, y al cesar el temor todo el sufrimiento acaba.

Lo que la mente inventa, la mente lo destruye.
Pero lo real no es inventado y no puede ser destruido.
Aférrese a eso sobre lo cual la mente no tiene poder.
Eso sobre lo cual le estoy hablando no está ni en el pasado ni en el futuro.
Ni tampoco en la vida diaria tal como fluye en el ahora.
No es eterno: es intemporal y su intemporalidad total está más allá de la mente.
Mi Gurú y sus palabras: "Tú eres yo mismo" están intemporalmente conmigo.
Al principio tuve que fijar mi mente en ello, pero ahora se ha hecho natural y fácil.
El punto cuando la mente acepta las palabras del Gurú como verdaderas y las vive espontáneamente en cada detalle de la vida diaria, es el umbral de la realización.

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Maharaj.:

La actitud del testigo también es fe: en uno mismo.
Uno cree que no es lo que experimenta y lo mira todo como a distancia.
En el atestiguar no hay esfuerzo.
Usted comprende que sólo el testigo y la comprensión actúa.
No necesita nada más, simplemente recordar que sólo es el testigo.
Si en el estado de atestiguación se pregunta a sí mismo: "¿Quién soy yo?", la respuesta llega inmediata, aunque sin palabras y en silencio.
Cese de ser el objeto y conviértase en el sujeto de todo cuanto sucede; una vez vuelto hacia el interior, se encontrará a sí mismo -más allá del sujeto.
Cuando se ha encontrado a sí mismo, encontrará que también está usted más allá del objeto, que ambos sujeto y objeto existen en usted, sin ser usted ninguno de ellos.

Mientras que trate usted en términos real/irreal, la conciencia es la sola realidad que puede haber.
Pero lo Supremo está más allá de toda distinción y no se le aplica el término "real", puesto que en ello todo es real y por consiguiente no necesita ser etiquetado como tal.
Es la propia fuente de la realidad, imparte realidad a todo cuanto toca.
Simplemente no puede ser comprendido por medio de palabras.

La Mente Universal (chidakash) hace y deshace todo.
Lo Supremo (paramakash) imparte realidad a cuanto llega a ser.
Decir que es el amor universal puede que sea lo más cercano a lo que podemos llegar con palabras.
Al igual que el amor, lo hace todo real, bello, deseable.

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Pregunta.:

¿Qué experiencia se acerca más a lo Supremo?

Maharaj.:

Paz inmensa y amor ilimitado.
Realice cuanto hay de verdadero, noble y hermoso en el universo, todo viene de usted, usted mismo está en su origen.
Los dioses y diosas que supervisan el mundo pueden ser los seres más bellos y gloriosos; pero a la vez son como los criados suntuosamente vestidos que proclaman el poder y la riqueza de su amo.

Todo cuanto le complazca, le retiene a usted.
Hasta que se dé cuenta de lo insatisfactorio, transitorio y limitado que es todo, y ponga todas sus energías en un gran anhelo, ni siquiera habrá dado el primer paso.
Por otro lado, la integridad del deseo por lo Supremo es por sí misma una llamada de lo Supremo.
Nada físico o mental puede darle libertad.
Usted se libera una vez que comprende que su cautiverio lo ha creado usted mismo y deja de forjar las cadenas que lo atan.

Basta si usted no imagina ser el cuerpo.
Lo que es tan calamitoso es la idea "yo-soy-el-cuerpo".
Le ciega por completo a su naturaleza real.
No piense ni siquiera por un momento que usted es el cuerpo.
No se dé nombre ni forma.
En la oscuridad y el silencio la realidad es encontrada.

Una fórmula, una pauta mental no le ayudarán a usted.
Pero una acción inegoista, libre de toda implicación con el cuerpo y sus intereses, lo llevará al corazón mismo de la realidad.

SER



SER

Pregunta.:

¿No debemos sufrir para crecer?

Maharaj.:

Basta con saber que hay sufrimiento, que el mundo sufre.
Por sí mismo ni el placer ni el dolor iluminan.
La comprensión sí.
Una vez comprendida la verdad de que el mundo está lleno de sufrimiento, que nacer es una calamidad, encontrará usted la urgencia y la energía para ir más allá.
El placer lo adormece y el dolor lo despierta.
Si no quiere sufrir, no se eche a dormir.
No puede conocerse a sí mismo sólo por medio de la bienaventuranza, puesto que la bienaventuranza es su propia naturaleza.
Debe confrontar lo opuesto, lo que usted no es, para encontrar la iluminación.

SER



SER 


-.desde el Silencio del Momento Presente:

OM SHANTI SHANTI SHANTI


OM PAZ PAZ PAZ.-

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