domingo, 8 de septiembre de 2019

Más allá de la mente no existe el Sufrimiento. Sri Nisargadatta Maharaj. OM

SER

-.desde el Silencio en Contemplación y en Verdad.-


SER

=.Sri Babulnath mandir. Mumbai. India.=


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=.Sri Nisargadatta Maharaj.=
-.(Mumbai. India. 1897-1981).-






SER

=.YO SOY ESO.=
-.Sri Nisargadatta Maharaj.- 
-.Editorial Sirio,S.A.-
-.Málaga.-
-.(1988).-
-.ISBN: 84-86221-27-8.-

-.extracto del 15 de mayo de 1971.-
=.Más allá de la mente no existe el Sufrimiento.=

Pregunta.:

Le veo a usted sentado en la casa de su yerno esperando a que sirvan la comida.
Y me pregunto si el contenido de su consciencia es similar al mío, o parcialmente diferente, o totalmente diferente.
¿Está usted hambriento y sediento como lo estoy yo, esperando más bien con impaciencia a que sirvan la comida, o está usted en un estado mental totalmente diferente?

Maharaj.:

No hay mucha diferencia en la superficie pero es muy distinto en el fondo.
Usted sólo se conoce a sí mismo a través de los sentidos y la mente.
Usted cree ser lo que éstos le sugieren; al no tener conocimiento directo de sí mismo, tiene meras ideas; todas ellas de segunda mano, mediatizadas, de oídas.
Da por verdadero aquello que usted cree ser, el hábito de imaginarse a sí mismo como algo que se puede percibir y describir es muy fuerte en usted.

Yo veo como usted ve, oigo como usted oye, saboreo como saborea usted, como del mismo modo que usted.
También siento sed y hambre y espero que me sirvan la comida a su hora.
Cuando estoy extenuado o enfermo, el cuerpo y la mente se debilitan.
Todo esto lo percibo muy claramente, pero de algún modo no estoy en ello, me siento como si flotara sobre ello, distante y desapegado.
Ni siquiera distante y desapegado.
Hay distancia y desapego al igual que hay hambre y sed; también hay la conciencia de todo ello y un sentido de distancia inmensa, como si el cuerpo y la mente y todo lo que les ocurre estuvieran en algún lugar lejano en el horizonte.
Soy como una pantalla -limpia y vacía-, las imágenes pasan sobre ella y desaparecen, dejándola tan limpia y vacía como antes.
La pantalla no es afectada en ningún modo por las imágenes, ni las imágenes por la pantalla.
La pantalla intercepta y refleja las imágenes, no las moldea.
No tiene nada que ver con los rollos de película.
Estos son como son, masas de destino (prarabdha), pero no mi destino, sino los destinos de las gentes que aparecen en la pantalla.

P.:

¡No querrá usted decir que las gentes en una película tienen destino!
Ellos pertenecen a la historia, la historia no es de ellos.

Maharaj.:

¿Y qué hay respecto a usted?
¿Moldea usted su vida o es usted moldeado por ella?

P.:

Sí, tiene razón.
La historia de una vida se despliega a sí misma, en la cual yo soy uno de los actores.
No tengo ser fuera de ella al igual que ella no tiene ser sin mí.
Soy un mero personaje, no una persona.


Maharaj.:

El personaje se convertirá en una persona cuando comience a moldear su vida en lugar de aceptarla como viene, e identificándose con ella.

SER


SER

P.:

Cuando le hago una pregunta y usted contesta, ¿qué ocurre exactamente?


Maharaj.:

La pregunta y la respuesta, ambas aparecen en la pantalla.
Los labios se mueven, el cuerpo habla: y de nuevo la pantalla queda limpia y vacía.

P.:

Cuando usted dice: limpia y vacía, ¿qué quiere decir?


Maharaj.:



Quiero decir libre de todo contenido.

Para mí mismo no soy ni perceptible ni cognoscible; no hay nada a lo que pueda señalar y decir: "esto soy yo".

Usted se identifica con todo tan fácilmente; para mí es imposible.
El sentimiento: "Yo no soy esto ni aquello, ni nada es mío" es tan fuerte en mí, que tan pronto como aparece una cosa o un pensamiento, inmediatamente llega el sentido "esto no soy yo".

P.:

¿Quiere usted decir que pasa su tiempo repitiendo "esto no soy yo, aquello no soy yo"?

Maharaj.:

Claro que no.
Simplemente lo verbalizo para que usted lo entienda.
Por la gracia de mi Gurú he realizado de una vez por todas que yo no soy ni objeto ni sujeto y no necesito recordármelo todo el tiempo.

P.:

Encuentro muy difícil comprender que quiere significar exactamente el decir que usted no es ni el objeto ni el sujeto.
En este mismo instante, mientras hablamos, ¿no soy yo el objeto de su experiencia, y usted el sujeto?

Maharaj.:

Mire, mi pulgar toca mi índice.
Ambos tocan y son tocados.
Cuando mi atención está en el pulgar, el pulgar es el que siente y el índice, el ser.
Mueva el foco de la atención y la relación se invierte.
De algún modo me doy cuenta que variando el foco de la atención, me convierto en la propia cosa que miro y experimento la clase de consciencia que tiene; me convierto en el testigo interior de la cosa.
Yo llamo a esta capacidad de entrar en otros puntos focales de la consciencia, amor; usted puede llamarlo como quiera.
El amor dice: "Yo soy todo".
La sabiduría dice: "Yo soy nada".
Entre ambos fluye mi vida.
Y puesto que en cualquier punto del tiempo y el espacio puedo ser ambos, el sujeto y el objeto de la experiencia, lo expreso diciendo que yo soy ambos, ninguno y estoy más allá de ellos.

SER


SER 

P.:

¡Hace usted todas estas extraordinarias afirmaciones sobre sí mismo!
¿Qué le hace decir esas cosas?
¿Qué quiere decir usted al afirmar que está más allá del tiempo y el espacio?

Maharaj.:

Usted pregunta y la respuesta llega.
Me observo a mí mismo -observo la respuesta y no veo contradicción.
Tengo claro que le estoy diciendo la verdad.
Todo es muy simple.
Sólo que usted debe confiar en que creo en lo que digo, que soy muy serio al respecto.
Como ya le dije, mi Gurú me mostró mi verdadera naturaleza -y la verdadera naturaleza del mundo.
Habiendo realizado que soy uno con el mundo y a la vez estoy más allá de él, me liberé de todo deseo y temor.
No razonaré que debería ser libre: me hallé a mí mismo libre, inesperadamente, sin el mínimo esfuerzo.
Este estar libre del deseo y el temor permaneció conmigo desde entonces.
Otra cosa de la que me dí cuenta fue que no necesitaba hacer ningún esfuerzo; el acto seguía al pensamiento sin tardanza ni fricción.
También encontré que los pensamientos se colmaban a sí mismos; las cosas encajaban en su sitio suave y correctamente.
El cambio principal fue en la mente; se volvió inmóvil y silenciosa, respondiendo rápidamente pero sin perpetuar la respuesta.
La espontaneidad se convirtió en un modo de vida, lo real se hizo natural y lo natural se hizo real.
Y, por encima de todo, un afecto infinito, el amor, oscuro y silencioso irradiando en todas las direcciones, abrazando todo, haciéndolo todo interesante y hermoso, significativo y auspicioso.

P.:

Se nos dice que espontáneamente surgen varios poderes yóguicos en el hombre que ha realizado su propio ser verdadero.
¿Cuál es la experiencia de usted en estos asuntos?

Maharaj.:

El cuerpo del hombre con sus cinco envolturas (física, mental, etc.) tiene poderes potenciales más allá de nuestros sueños más desenfrenados.
No sólo el universo entero está reflejado en el hombre, sino que también el poder de controlar el universo está esperando ser usado.
El hombre sabio no ansía utilizar tales poderes excepto cuando la situación los demanda.
El sabio encuentra las habilidades y mañas de la personalidad humana muy adecuadas para el asunto del vivir cotidiano.
Algunos de esos poderes pueden desarrollarse mediante un entrenamiento especializado, pero el hombre que despliega sus poderes sigue estando limitado.
El hombre sabio no toma nada como propio.
Cuando en algún momento y lugar se atribuye algún milagro a alguien, él no establecerá ninguna relación causal entre los hechos y la gente, ni permitirá que se saque conclusión alguna.
Todo sucedió como sucedió porque debía suceder; todo sucede como sucede porque el universo es como es.

SER


SER

P.:

El universo no parece ser un lugar feliz en el que vivir.
¿Por qué hay tanto sufrimiento?

Maharaj.:

El dolor es físico; el sufrimiento es mental.
Más allá de la mente no hay sufrimiento.
El dolor es una mera señal de que el cuerpo está en peligro y requiere atención.
De modo similar, el sufrimiento nos avisa de que la estructura de la memoria y los hábitos que llamamos la persona (vyakti) está amenazada por el camino o el quebranto.
El dolor es esencial para la sobrevivencia del cuerpo, pero nadie nos obliga a sufrir.
El sufrimiento se debe enteramente al apego o a la resistencia; es un signo de nuestra renuncia a seguir adelante, a fluir con la vida.
Del mismo modo que una vida sana está libre de dolor, una vida santa está libre de sufrimiento.

P.:

Nadie ha sufrido tanto como los santos.

Maharaj.:

¿Se lo dijeron ellos o lo dice usted?
La esencia de la santidad es la total aceptación del momento presente, la armonía con las cosas en el modo en que suceden.
Un santo no quiere que las cosas sean distintas de como son; él sabe que, considerando todos los factores, las cosas son inevitables.
Es amigable con lo inevitable y por lo tanto no sufre.
Puede que conozca el dolor, pero éste no lo alterará.
Si puede, hará lo necesario para restablecer el equilibrio perdido -o dejará que las cosas sigan su curso.

P.:

Puede que muera.

Maharaj.:

¿Y qué?
¿Qué gana él viviendo y qué pierde él muriendo?
Lo que nació debe morir; lo que nunca nació no puede morir.
Todo depende de lo que él crea ser.

P.:

Imagine usted que cae mortalmente enfermo.
¿No le pesaría y lo sentiría?

Maharaj.:

Pero si yo ya estoy muerto, o, más bien, ni vivo ni muerto.
Usted ve mi cuerpo comportándose del modo habitual y saca usted sus propias conclusiones.
Usted no admitirá que sus conclusiones no atan a nadie excepto a usted mismo.
Vea que la imagen que usted tiene de mí puede ser totalmente incorrecta.
La imagen de sí mismo también es incorrecta, pero eso es problema suyo.
Y no necesita crearme problemas a mí y luego pedirme que los resuelva.
Yo no estoy ni creando problemas ni resolviéndolos.

SER



SER


-.desde el Silencio del Momento Presente:

OM SHANTI SHANTI SHANTI


OM PAZ PAZ PAZ.-

SER

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