martes, 1 de abril de 2014

La búsqueda espiritual.(1). Ramesh Balsekar.OM.



SER


SER


.Sri Ramesh S. Balsekar.
(1917-2009)
Bombay (India)

SER

=.PAZ Y ARMONÍA EN LA VIDA COTIDIANA.=
Ramesh S. Balsekar
Editorial Trompa de Elefante
Madrid
(2008)

SER

Cuando la búsqueda espiritual se desarrolla de forma natural e intuitiva, uno sólo desea estar cerca de Dios, estar a gusto consigo mismo y con los demás.

SER

.La búsqueda espiritual.
(191-195)

Basándose en el sentimiento de frustración expresado por numerosos visitantes de los diálogos de la mañana, se podría deducir que el estado de confusión en el que se encuentra el buscador espiritual sigue siendo el mismo que hace siglos.

Muchos santos y sabios discutieron
sobre el mal y el bien con gran erudición
pero el tiempo se burló de ellos cual de falsos profetas
sus palabras se perdieron y sus bocas se llenaron de polvo.

Cuando era joven frecuenté con gran anhelo
la compañía de los doctos y los sabios
y escuché grandes discusiones sobre esto y sobre aquello
pero, cada vez, salí por la misma puerta por la que entré.

Como ellos, sembré la semilla de la sabiduría
y con mis propias manos me afané en que germinase.
Y toda la verdad que coseché fue ésta:
vine como agua y me iré como el viento.

Con frecuencia, al tratar el asunto de la búsqueda espiritual en la vida cotidiana, hay una pregunta que el buscador no plantea pues ésta queda enterrada bajo la avalancha de palabras y emociones que surgen.

Es una pregunta que surge de forma natural en una persona corriente y honesta:

<< Estoy bastante satisfecho con la vida que llevo, en la que respeto la ley y mantengo una actitud razonable hacia los demás.
En otras palabras, soy una persona corriente agradable, sin un deseo especial de mejora personal.
¿Por qué debería interesarme por la Iluminación o por cualquier búsqueda espiritual?
¿Qué me proporcionará en la vida que no tenga ya? >>.

Ésta es una pregunta válida, y dar una respuesta del estilo << la vida no es un camino de rosas y si enfermas o fracasas entonces pensarás en Dios >> no sería más que una especie de chantaje espiritual.

La única respuesta genuina sería:

<< Tienes razón. Aparentemente no hay ningún motivo para que busques la Iluminación.
Pero ¿estás seguro de que tras tu aparente satisfacción en los aspectos superficiales de tu vida cotidiana no estás arrastrando a cuestas una pesada carga de culpa y vergüenza, odio y malicia, que está consumiendo tu corazón y te impide permanecer establecido en la paz y la armonía?
¿Estás seguro de que en todo momento te encuentras a gusto contigo mismo, con los demás y con tu Creador? Ésta es la verdadera razón para la búsqueda espiritual de tu verdadera naturaleza >>.

Esta es la respuesta que convertirá a una persona corriente en un buscador espiritual genuino.

A menudo, la esencia de la búsqueda espiritual se malinterpreta como un conjunto de dietas y disciplinas, como la privación de cualquier tipo de confort para el cuerpo, como la supresión de todos los deseos, como constantes ayunos durante días o como obligación de meditar durante varias horas.
A menudo, el resultado de estas prácticas conduce a un estado de frustración y depresión, a una especie de noche oscura del alma.
Y lo que es todavía más triste, el infeliz buscador interpreta la ausencia de resultados como la consecuencia de no haber realizado el esfuerzo adecuado.

Es necesario tomar conciencia, sin que quepa duda alguna al respecto, de en qué consiste verdaderamente la búsqueda espiritual.

Uno se asombraría si pudiera percibir cuánto orgullo y arrogancia hay detrás del ascetismo y la disciplina de algunos buscadores espirituales.
Lo que en realidad están buscando, sean conscientes o no, es el placer de alcanzar un logro interno infinitamente superior a las formas de placer que busca el hombre corriente.

Cuando la búsqueda espiritual se desarrolla de forma natural e intuitiva, uno sólo desea estar cerca de Dios, estar a gusto consigo mismo y con los demás.
Entonces, cuando el resultado sucede (el resultado no es algo que se pueda <<conseguir>>) uno se siente profundamente agradecido por el regalo divino de permanecer anclado en la paz y la tranquilidad, mientras se vive la vida del placer  y el dolor.

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La <<persona ordinaria>> no es en realidad más que la Fuente de la Consciencia (que es todo lo que existe) identificada con un organismo cuerpo-mente particular como una entidad separada.
Y, naturalmente, dicha Consciencia identificada busca su propia fuente, su <<verdadera naturaleza>>.

Sin embargo, a menudo sucede que esta inclinación natural de la persona corriente por buscar su verdadera naturaleza es ahogada por un guru <<sobreentusiasta>>, más preocupado por mostrar su erudición que por ayudar al buscador espiritual.

El uso inadecuado de palabras, frases y fórmulas de los supuestos gurus tiene el efecto de asustar desde el principio al buscador común, o bien de llevarle por un camino equivocado hasta que, trascurrido un cierto período, su búsqueda espiritual le conduce a una profunda frustración y depresión.

El guru genuino y sincero habla desde su propia experiencia y acude lo menos posible a las palabras y frases de las Escrituras.

SER



OM SHANTI SHANTI SHANTI
OM PAZ PAZ PAZ


-.SER.-

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